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INFORME CLIMÁTICO MENSUAL

03/10/14

 

El primer mes de la primavera retomo el paso húmedo anticipando un trimestre que puede volver a generar problemas hídricos

 

 

LLUVIAS EN LA PRIMERA QUINCENA

 

Las lluvias del mes de septiembre tuvieron una concentración importante del volumen registrado en la primera parte del mes. Si bien en la segunda quincena se observaron períodos de inestabilidad, en general los mismos fueron acompañados por lluvias modestas dando un respiro importante a las zonas comprometidas del este  y el sur de BA. La segunda parte del mes presentó un marcado desplazamiento de las lluvias más destacadas hacia el extremo noreste del país, la zona agrícola oriental del Paraguay y las áreas vecinas de Brasil.

 

Las lluvias en la provincia de Misiones quedan fuera de la escala mensual utilizada habitualmente en el mapa que presenta la distribución de lluvias. Tanto en la provincia de Misiones como en toda el área de la cuenca alta de los ríos Paraguay, Paraná e Iguazú, los acumulados pluviales se ubicaron entre los 300 y 400 milímetros, con áreas reducidas donde se alcanzaron más de 500 milímetros.

 

Fuera de esta anomalía pluvial y poniendo atención sobre la región pampeana, vemos que ha llovido en forma más que aceptable en el sur de CB, fundamentalmente con registros que se establecieron en la primera parte del mes y que han sido un auxilio importante para los trigos de la zona. En el norte de CB se nota la influencia benéfica de la oferta de agua generosa que recibió SF en la primera quincena, observándose una vasta zona que queda incluida en la línea de 60 milímetros como piso. Esta oferta de agua ya es más que satisfactoria para el mes de septiembre y como puede observarse en el mapa, gran parte de SF, ER y BA, superan en muchos casos muy holgadamente esta marca pluvial. El partido de Tres Arroyos que venía  de sufrir importantes inundaciones en agosto, vio aliviado este proceso de la mano de lluvias modestas que apenas superaron los 20 milímetros.

 

Las lluvias de septiembre comparadas con los valores estadísticos, devuelven en el cálculo una extendida anomalía positiva. La misma se despliega en gran parte de la Mesopotamia y toma una zona ensanchada de la cuenca del Salado bonaerense, llegando con amplitud al sudeste de BA, con la excepción ya mencionada de la zona de influencia de Tres Arroyos. Nuevamente Rio Negro y el sur de LP se incorporan a la sobreoferta de agua, observándose también el impacto positivo de las lluvias de la primera parte de septiembre, conformándose un corrimiento por encima de los valores normales de lluvia en la provincia de CB.

 

El regreso de las precipitaciones es inminente. Hay algunas zonas como el sudeste entrerriano, la cuenca del Salado o sectores del sudeste de BA que no tienen gran capacidad para recibir una sobreoferta de agua y por ende quedan muy vulnerables a los excesos hídricos. Habrá que seguir con mucho cuidado entonces la distribución de las lluvias, las cuales en gran parte de las provincias del centro son bienvenidas.

 

Por lo pronto las lluvias previstas pueden considerarse benéficas, pero también hay que reconocer que se constituyen en un indicador de continuidad de lo que vino dejando septiembre, es decir la vuelta hacia un patrón más húmedo. Por otra parte la estadística del mes de octubre refleja su condición de máximo en gran parte de la zona núcleo. Es decir, es un mes donde normalmente deben observarse recargas de importancia de la mano del crecimiento de las lluvias. Como se sabe el promedio y la estadística no es un pronóstico, sin embargo es un indicador de posición que define parte del escenario esperado.

 

Las temperaturas del mes pasado continuaron mostrando un patrón benigno, sin enfriamientos destacados sobre la zona central y con algunas heladas débiles contenidas en el sur de BA.

 

CLASIFICACIÓN DE LAS RESERVAS

Como es habitual, se analizan las condiciones de humedad actuales mediante la comparación con los valores de reservas normales para la fecha. Los resultados de la comparación se clasifican en categorías, teniendo en cuenta para la estadística la serie de datos1973-2013.

 

Lo primero que debe advertirse al observar el mapa de clasificación es que la misma se aplica a suelos que supuestamente han logrado escurrir los anegamientos superficiales. Es decir el mapa no es válido para zonas bajas que conservan los encharcamientos, condición que en la provincia de BA no es menor. El período relativamente seco observado luego de los primeros diez días del mes, morigeraron el impacto de los excesos hídricos y de a poco el agua ha ido escurriendo. Para las zonas altas de la provincia de BA, es posible que la situación de una pastura pueda considerarse normalizada, sin embargo la situación sobre los partidos del este no queda bien representada, ya que en la zona aún hay mucha agua.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

De confirmarse la tendencia creciente de las lluvias como manda el patrón climático estacional, hay zonas que seguirán con los problemas típicos de excesos hídricos. Teniendo en cuenta las variables económicas y de mercado, estos sectores deberán ser muy cuidadosos en la selección de ambientes para realizar la gruesa, sobre todo en las zonas bajas que se han recuperado. No parece un período muy confiable para hacer grandes inversiones en zonas que tienen altas posibilidades de volver a anegarse. Gran parte de la provincia de BA, debe encarar con mucho cuidado este periodo de siembras, con estrategias bien definidas de manejo y fundamentalmente atendiendo la elección de los lotes menos expuestos al riesgo aumentado de excesos hídricos.

 

Debemos considerar que en el territorio bonaerense y también en áreas del sudeste entrerriano, las lluvias normales del año ya se habían logrado al finalizar septiembre. Si consideramos que en promedio esperar un piso de 300 milímetros es razonable para este trimestre en ER, SF y buena parte de BA, hay que considerar que capacidad tienen las diferentes zonas con problemas hídricos para incorporar este volumen de agua. Por eso advertimos que deben tomarse decisiones cuidadosas en las zonas bajas, aun cuando se hayan recuperado de excesos previos. En este sentido el monitoreo de la napa debe tomarse como una actividad sistemática para intentar definir una tendencia para anticipar el aporte o la complicación que el agua subsuperficial puede generar.

 

La provincia de CB que naturalmente viene más ajustada de humedad puede presentar mejoras muy oportunas en las próximas jornadas. Estas lluvias pueden encaminar de manera muy eficiente la floración de trigo en la zona y dejar un perfil muy favorecido para las recientes implantaciones de maíz. Este argumento también es válido para gran parte de SF, aún con menos necesidades hídricas que la provincia de CB. El trigo entrerriano también se viene perfilando para dejar rendimientos que pueden superar los valores normales.

 

Para la misma fecha del año pasado, la situación hídrica era realmente compleja en la franja central. Los trigos entraban en floración sin agua, algo que marco claramente hacia la baja sus rendimientos. Para entonces el sur y sudeste de BA, presentaba un panorama mucho más acomodado. Esta situación recién se comenzaría  a modificar favorablemente en la última parte de octubre, lo cual generó un corrimiento generalizado de los maíces a fechas tardías.

 

Al comparar los problemas que ha traído el agua en esta campaña, con la falta de agua que se observaba para la misma fecha en la campaña anterior, sólo encontramos argumentos que avalan las dificultades que genera el aumento de la frecuencia de los comportamientos extremos de las precipitaciones en la región pampeana. Cada campaña está imponiendo condiciones de manejo de alta complejidad y experiencia. El acopio de esta experiencia y manejo, será la clave para adaptarse a la variabilidad climática que no se modificará en los próximos años.

 

 

TENDENCIAS CLIMÁTICAS

 

Indicadores de Escala Global

Apenas con tenues calentamientos han transcurrido las semanas del mes de septiembre en el Pacífico Ecuatorial central. En el promedio del mes, la situación no puede considerarse salida del estado de neutralidad, por lo cual las previsiones de aparición del evento El Niño, acaso pueden considerarse incipientes. El ligero calentamiento que se presenta en la franja central, no logra acoplar ninguna influencia sobre la atmósfera circundante y por lo tanto tampoco genera un patrón de circulación que se distinga como fuera del esperado. Es decir, el calentamiento del Pacífico central ecuatorial no está teniendo peso sobre la circulación atmosférica, no está funcionando como forzante del clima a escala planetaria y en este sentido se debilita como indicador de largo plazo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Las previsiones sostienen el advenimiento de un calentamiento algo más sostenido e influyente hacia el mes de diciembre, sin embargo para entonces el impacto que este fenómeno puede tener sobre las lluvias del sudeste de Sudamérica ya es muy relativo, principalmente cuando el mismo no trae el trabajo de acople con la atmósfera desde el bimestre previo. En definitiva, estamos quitando peso a la influencia que este evento pueda tener sobre el comportamiento de las lluvias en el sudeste de Sudamérica en general y en la región pampeana en particular.

 

Indicadores de Escala Regional

Con el fenómeno de El Niño ya resuelto hacia una aparición modesta y de poca influencia hacia finales de año, al menos desde nuestro punto de vista, la atención se concentra, o continúa concentrándose con lo que viene sucediendo en el litoral Atlántico. El mismo se mantiene cálido y entendemos que se mantiene como una fuente de humedad muy activa que cuando coincide con una eficiente circulación de vientos del sector noreste, se consolida un patrón de humead sobre la región pampeana muy favorable para generar sistemas precipitantes. La sobre abundancia de agua en la cuenca alta de los ríos Mesopotámicos se vincula a esta anomalía y vemos que durante estos días con un cambio apropiado de circulación aquella humedad deriva hacia la región pampeana.

 

Entendemos que mientras el sistema de alta presión del Atlántico no se estacione sobre el continente, las condiciones estarán dadas para que las lluvias de la mayor parte de la región pampeana encuentren un piso en los valores normales en el último trimestre del año. Hay zonas que recibirían con beneplácito 300 milímetros de lluvia, otras que se verían complicadas. Es muy difícil generalizar que esta será la oferta de agua para toda la región pampeana, sin embargo lo que sí se puede asegurar que mientras estos flujos de humedad se mantengan activos, es improbable que transitemos el último trimestre del año con sequía.

 

CONCLUSIONES

 

De acuerdo al diagnóstico climático del último período y al análisis de los principales indicadores de escala global y regional, proyectamos el siguiente comportamiento pluvial y térmico para el próximo bimestre:

 

  1. El fenómeno de El Niño se perfila como un evento débil al cual le asignamos un grado muy limitado de influencia con lo que pueda suceder con las lluvias. En todo caso, bajo las actuales condiciones no lo consideramos un argumento que sirva para justificar una posible sobreoferta de agua en el mediano plazo.

 

  1. La transición de septiembre a octubre, normalmente debe mostrar una tendencia positiva en la oferta de agua. Este primer evento previsto parece encaminar este patón a que se valide este comportamiento.

 

  1. No es sencillo encontrar indicadores que avalen una deficiencia pluvial de gran escala en las regiones agrícolas de la región pampeana y el NEA. Eventualmente podrían darse áreas reducidas donde temporariamente se pueda consolidar un patrón seco, pero con una persistencia capaz de definir una sequía.

 

  1. Los aspectos agronómicos en esta campaña, parecen tener una implicancia distintiva en esta campaña a la hora de alcanzar buenos resultados. Con una tendencia de lluvias favorable, las cuales igual podrían complicar con anegamientos las zonas con napas altas, el riesgo que los cultivos de verano alcancen el período de floración limitados en las reservas es menor.

 

  1. Queda claro que hemos transitado campañas con una fuerte variabilidad climática, incluso intraestacional, con lo cual los escenarios que surgen del análisis de los indicadores actuales pueden desviarse con el transcurso de la campaña. No obstante esto, la persistencia observada a lo largo del año del flujo de humedad del noreste, es menos probable que se interrumpa ingresando al semestre cálido. En definitiva, pueden definirse situaciones dinámicas  de alta estabilidad que influyan sobre la oferta de agua en forma negativa, pero estos patrones son muy dificultosos de reconocer con mucho tiempo de anticipación. El indicador de base, sigue siendo la persistencia del aire húmedo y esto define el piso de las lluvias normales para el trimestre.

 

  1. A mediados de la semana próxima se espera luego de las lluvias, una importante irrupción de aire frío. Esta posiblemente sea la última prueba para la zona núcleo en cuanto a este fenómeno. Por lo pronto las heladas quedarían contenidas por debajo de la cuenca del Salado bonaerense. La posibilidad de que se concreten heladas tardías en la zona núcleo pasada esta fecha parece muy improbable.