CURSO de PRECIPITACIÓN Y PLUVIOMETRÍA |
1.7 GRANIZO Formación de granizo El granizo se forma dentro de un tipo particular de
nube: el cumulonimbus. Cuanto más alto se halle el tope de la nube
cumulonimbus, mayor será la probabilidad de que se forme granizo. En esta nube
se desarrollan piedras que pueden alcanzar gran tamaño y precipitan a tierra.
Cuando la temperatura es baja y poca la cantidad de humedad, el granizo tiene
menos de 1 cm de diámetro. Aunque sea pequeño, una precipitación nutrida puede
causas daños considerables sobre los cultivos, especialmente si va acompañada
de vientos fuertes. La turbulencia en el interior de una nube cumulonimbus de
gran tamaño es suficientemente intensa como para transportar las piedras que
van creciendo mediante fuertes corrientes ascendentes a regiones donde es
grande el contenido de agua líquida. Los vientos dentro de la nube deben
alcanzar los 360 km por hora para mantener la altura de las piedras cuando caen
bajo la influencia de la gravedad. Por lo general las piedras salen de la nube
hacia adelante, es decir, en la parte de la nube que avanza con la tormenta
(flanco delantero), donde lejos de las corrientes verticales cae a tierra. Otra causa que contribuye a la formación de granizo es
el ascenso forzado por el avance de una superficie frontal, en especial la de
un frente frío. Si bien las tormentas de granizo tienen lugar en muchas
regiones desde el ecuador a través de la zona de los oestes (latitudes medias),
la mayor intensidad se encuentra frecuentemente en el lado de sotavento de las
elevaciones montañosas. Es muy posible que la frecuencia de granizo en el lado
de sotavento tenga relación con las corrientes verticales encontradas en las
ondas estacionarias de estas regiones. Un viento fuerte en la atmósfera
superior, que puede ser parte de la corriente en chorro, parece contribuir a la
inestabilidad y a la generación de intensos movimientos verticales. El estudio intensivo de las tormentas de granizo
mediante radar meteorológico (la Argentina no dispone de este tipo de estudios)
ha suministrado información acerca del ciclo de vida de las tormentas
eléctricas y de granizo. El tiempo de vida de la tormenta granicera es del
orden de 30 minutos, desapareciendo después. Las tormentas duraderas son en
realidad una serie de tormentas: cuando una comienza a debilitarse, comienza a
desarrollarse otra en la parte anterior del frente. Cuando estas tormentas
multicelulares producen granizo, la intensidad del mismo suele ser suficiente
para causar daños graves a los cultivos. Tormentas graniceras La formación de granizo requiere la contribución
simultánea de varios procesos atmosféricos, entre los que se destacan la
inestabilidad atmosférica, las altas temperaturas en superficie, la
disponibilidad de gran cantidad de humedad. Tienen influencia sobre la
formación del mismo factores de gran escala, como la corriente en chorro o la
circulación general de la atmósfera, pero también se ve potenciada por factores
locales de mesoescala, como la advección de humedad, la convergencia en
superficie, la elevación forzada orográfica, etc. Se asocian en general a
pasajes de frentes fríos, aunque también pueden resultar del ascenso forzado
dentro de una masa de aire o a la presencia de una “línea de inestabilidad”. Pese a su enorme importancia ha sido una adversidad poco
evaluada cuantitativamente en Argentina, debido a las notables dificultades que
presenta su observación. La complejidad de los mecanismos que dan lugar a la
ocurrencia de este fenómeno discontinuo tanto en el tiempo como en el espacio
lo hace especialmente difícil de parametrizar. Evidencia de lo dicho resultan las estadísticas
oficiales de ocurrencia de granizo en localidades muy próximas geográficamente.
Los siguientes gráficos muestran las diferencias entre frecuencias medias de
granizo o número medio de días con granizo en dos estaciones muy cercanas de la
provincia de Córdoba (Córdoba Aeropuerto y Córdoba Observatorio, figura 2) y dos estaciones, también muy
próximas, de la provincia de Entre Ríos
(Paraná Aeropuerto y EEA Paraná figura 3). Las diferencias pueden deberse a condiciones locales, a
que el periodo considerado es muy breve (se sugiere al menos 30 años) o al mero
azar, ya que la variable granizo conlleva una significativa parte aleatoria,
que hace que la granizada se precipite sobre un lote y no sobre el contiguo,
aunque en realidad la probabilidad de ocurrencia del fenómeno es la misma en
ambos. Sin embargo, los ejemplos ponen en evidencia que pueden sacarse
conclusiones generales acerca de los meses con mayor probabilidad de ocurrencia
de granizo o de la peligrosidad general de la zona. Para Córdoba la frecuencia
anual de granizo es mayor que para Paraná, además en la primera los meses con
mayor probabilidad de granizo son octubre a enero, mientras que en la segunda
el número medio de días con granizo es en general bajo y se extiende de agosto
a enero, permaneciendo libre de granizo los meses de febrero a julio. FIGURA 2
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