CURSO de PRECIPITACIÓN Y PLUVIOMETRÍA

  

2.9 SITUACIONES TÍPICAS EN ARGENTINA

Situación típica de verano

Aún en verano, los frentes fríos avanzan sobre la Patagonia, desplazándose con dirección noreste. Al acercarse al sur de las provincias de Buenos Aires y La Pampa pueden generarse condiciones favorables para el desarrollo de una línea de inestabilidad en el centro y norte de Buenos Aires, sur de Santa Fe y sur de Entre Ríos, área en que las mismas son más frecuentes.

Cuando el frente frío llega a la provincia de Buenos Aires, sobre la Patagonia ya se establecen las condiciones de buen tiempo, con poca nubosidad y muy escasa humedad. En cambio, en el centro y norte del país se intensifica el calor y aumenta la humedad. Probablemente ya se registren precipitaciones en Buenos Aires, La Pampa y sur de Córdoba.

Frecuentemente el frente frío se detiene en el norte de Buenos Aires o sur de Entre Ríos (frente estacionario), con lo cual el sur de la región pampeana muestra un mejoramiento en las condiciones del tiempo y un descenso de la temperatura, en el centro de la mismo puede estar lloviendo, y en el norte se mantiene el ambiente agobiante, con temperaturas que alcanzan los 35°C o más, y con altísimos valores de humedad.

El movimiento de las masas de aire puede revertirse, avanzando ahora la masa de aire caliente del norte sobre la masa de aire frío del sur, dando origen a un frente caliente sobre el este de la región pampeana. Las ondulaciones que sufre este frente (primero frío, luego estacionario, ahora caliente), puede dar paso a la formación de un centro de baja presión (ciclogénesis), probablemente al sudeste de Buenos Aires o sobre el Río de la Plata, con lluvias asociadas.

El ciclón recién formado impulsa nuevamente el avance de la masa de aire frío hacia el noreste, favoreciendo el mejoramiento de las condiciones del tiempo en el oeste de la región pampeana y cuyo. Ingresa al centro del país un centro de alta presión (anticiclón) que produce una rápida disminución de la nubosidad y la temperatura desciende. En cambio, en el noreste de la región pampeana y en el NEA puede estar lloviendo.

El centro de baja presión se mueve al este, hacia el Atlántico. El aire frío invade ahora el resto del país, aunque ya se ha modificado mucho a su paso y es apenas fresco. Además, su efecto dura poco, ya que el ciclón se ha alejado y se restablece la circulación típica de verano, con viento predominante del norte o noreste. Lentamente se van recuperando los valores de temperatura y humedad en el centro y norte del país, cerrando el ciclo hasta la entrada de un nuevo frente frío.

Esta situación no es la única que se presenta en verano, aunque es la más frecuente. Lo que es difícil de determinar es el tiempo que demandará este proceso: pueden ser dos días, una semana, de acuerdo a la velocidad de desplazamiento de las cuñas y vaguadas por el área en cuestión. De esto depende también la cantidad y distribución de la lluvia resultante.

Ola de calor

Con el término “ola de calor” se designa la ocurrencia de una serie ininterrumpida de días con temperaturas altas. Resulta especialmente perjudicial para los organismos vivos la permanencia de temperaturas mínimas elevadas, que derivan en stress y alteran las funciones orgánicas normales.

En Argentina son comunes las olas de calor en los meses de verano. En general se producen cuando se desarrolla un centro de baja presión en el noroeste del país (prácticamente infaltable en verano), en conjunción con un centro de alta presión con centro en el Atlántico, al este de Uruguay (ver figura 12). Como la circulación alrededor del centro de baja presión es en el sentido de las agujas del reloj y alrededor del anticiclón es contrario, sobre todo el este del país se establece una intensa corriente del norte, que transporta altas temperaturas hasta el sur de la región pampeana.

Cuando los sistemas mencionados son intensos, los frentes fríos no logran arribar más allá del norte de la Patagonia, por lo que el calor se mantiene por varios días. Es necesario que arribe un frente frío intenso, capaz de vencer esta circulación del norte y desplazar la masa tropical, aportando aire más fresco y seco.

 

FIGURA 12

 

Situación típica de invierno

 En los meses fríos, los frentes fríos avanzan con facilidad hasta el norte del país, con pocas modificaciones a su paso, ya que el continente se halla también frío. La mayor parte de las lluvias que se producen en invierno se asocian a pasajes de frentes fríos.

Las precipitaciones asociadas a pasajes frontales en invierno suelen producir registros pluviométricos más “parejos” que las típicas tormentas de verano. La magnitud de la precipitación acumulada en un determinado punto dependerá en parte de la velocidad con que el frente frío atraviese la zona: si lo hace rápidamente, las lluvias serán menores.

En cambio, la entrada de una masa de aire cálido desde el norte o noreste es mucho menos frecuente en invierno. Las mismas avanzan en general hasta el NEA y allí se estacionan, para luego retroceder.

Son típicos del invierno los periodos en que un centro de alta presión se instala sobre el continente, a veces sobre la Patagonia, otras sobre el centro del país. Los anticiclones determinan entonces sobre la zona cielo mayormente despejado, poca humedad y vientos leves. Las temperaturas mínimas suelen ser muy bajas, con máximas agradables hacia las primeras horas de la tarde, lo cual determina una elevada amplitud térmica (diferencia entre las temperaturas máxima y mínima). 

Otra característica típica del invierno la constituyen las bajas migratorias, es decir, centros de baja presión que se mueven bastante rápidamente sobre el continente o el mar cercano al mismo, dando impulso a los frentes fríos. Estos ciclones migratorios suelen tener una trayectoria que comienza en el Pacífico Sur, atravesando el territorio argentino de sudoeste a noreste. En invierno con frecuencia alcanzan la región pampeana, mientras que en verano se mueven más bien de oeste a este, del Pacífico al Atlántico, pasando sobre la Patagonia. Las lluvias más intensas se producen generalmente sobre la trayectoria de estos ciclones.

De acuerdo a la posición relativa que adoptan en invierno los centros de alta y baja presión, se ven determinadas condiciones meteorológicas diferentes, de las cuales las más notables por su efecto son las intensas entradas de bajas temperaturas, que determinan heladas generalizadas, y las sudestadas, que afectan principalmente el área rioplatense.

Entrada de aire frío 

Se dan frecuentemente luego del pasaje de un frente frío por el centro del país, impulsado por un ciclón sobre el Atlántico, al este de la Patagonia. Cuando por detrás del frente frío ingresan altas presiones, el anticiclón entrante determina, en conjunción con el ciclón antes mencionado, un flujo de aire intenso de sur a norte (ver figura 13). El aire de latitudes muy altas ingresa casi sin modificación al centro del país, produciendo un marcado descenso de la temperatura.

Otros casos de bajas temperaturas se producen en invierno por la prolongada permanencia de anticiclones sobre una zona determinada. La continuidad de noches con cielo despejado favorece también el descenso de las temperaturas mínimas, en este caso por la pérdida radiativa de calor desde la superficie hacia la atmósfera.

FIGURA 13

Sudestada 

La llamada “sudestada” es la presencia de vientos sostenidos del sudeste sobre el Río de la Plata. Estos vientos, debido a su dirección e intensidad, impiden parcialmente el normal drenaje del río hacia el océano.

Esta situación queda determinada cuando se instala sobre la  Patagonia un sistema de alta presión, mientras que en el sur del Litoral o sobre Uruguay se ubica un centro de baja presión (ver figura 14). El ciclón suele desplazarse muy lentamente, manteniéndose por algunos días la circulación del sudeste sobre el Río de la Plata.

La influencia de del centro de baja presión sobre el noreste de Buenos Aires, sur de Entre Ríos y este de Uruguay produce en general lluvias continuas, de variada intensidad. Sin embargo, no son las lluvias las que ocasionan las inundaciones costeras, sino la elevación del nivel de las aguas del río, que aumentan considerablemente por no poder evacuarse hacia el océano.

FIGURA 14

 

Al Inicio | AnteriorSiguiente >
 

Consultora de Climatología Aplicada | e-mail: cca@ciudad.com.ar  - tel/fax: 4722 1251 y 4487 2507